Volar 1900 km sin ayuda – Icarus Trophy en la Viper 3
Published on:
15 Dec 2016
La mayoría de nuestros vuelos los hacemos en un entorno conocido y en lugares que casi conocemos como el patio de nuestra casa. ¿No se vuelve un poco aburrido al cabo de un rato? Y de pronto, un puñado de pilotos deciden atar el saco de dormir al paramotor y partir hacia lo desconocido, aceptando el reto del Icarus Trophy, la carrera de paramotor más dura que hay. Miroslav Svec, piloto esloveno de paramotor y propietario de la conocida marca de paramotores Scout, tomó parte en la última Icarus Trophy y culminó la aventura con su Ozone Viper 3.
Durante más de una semana, Miroslav voló sin apoyo exterior durante más de 1900 kilómetros, sobrevolando desde glaciares en la frontera con Canadá, hasta desiertos en altitud, volcanes y enormes campos de lava, el Gran Salt Lake, ciénagas y llanuras de sal, collados altos, cañones inhóspitos, arcos de roca, acantilados… todo el trayecto hasta los desiertos de Las Vegas.
Miroslav nos lo cuenta: «Tuvimos que volar en condiciones meteorológicas diversas, pues comenzamos con nieve, granizo y temperaturas bajo cero en Montana e Idaho, hasta temperaturas tropicales en Arizona y Nevada apenas una semana más tarde. Al volar sin ayuda, tenías que llevar contigo todo el material: combustible adicional, 4 litros de aceite para 2 tiempos, material de acampada, ropa de repuesto, agua, algo de comida, cámaras, baterías de repuesto… Lo único que te dan son los puntos de partida y de llegada. Teníamos que planificar toda la ruta, buscar los sitios donde parar a repostar combustible, analizar el tiempo, ir adaptando la ruta, encontrar refugio para la noche… En fin, tomar buenas decisiones y ¡aceptar las consecuencias de las malas! Decidí volar esta carrera con una Viper 3 22 y creo que mi elección rayó en la perfección. Para este tipo de aventura hay unas pocas cosas que resultan cruciales, y unas pocas que suponen ventajas para convertir una vela en el no va más para volar distancia: el inflado, las velocidades de despegue y aterrizaje, la estabilidad en turbulencia, la eficiencia de consumo y la velocidad. La Viper 3 puntúa alto en todas esas características. Es muy fácil de inflar y creo que la Viper 3 tiene una velocidad de despegue y aterrizaje significativamente inferior a otras velas de categoría y superficie similares. En turbulencia moderada, la Viper 3 es una vela muy «nerviosa», pues no deja de moverse y al principio parece que requiere estar pilotándola todo el tiempo. Pero no tardé en aprender que se mantiene supersólida y ¡no tuve ni una sola plegada! La eficiencia de la Viper 3 es sencillamente fantástica. Tenía la misma eficiencia volando lento que a toda velocidad. Es increíble. Obviamente, el consumo por hora aumenta, pero prácticamente en la misma proporción que la velocidad, lo que me daba la misma autonomía para la misma cantidad de combustible. En velocidad reconozco que me gustaría haber tenido un poquito más. La mayoría de los pilotos volaban tallas más pequeñas. Yo me lo pasé en grande en este viaje y estoy planeando probar la Viper 4 para usarla en mi próxima aventura de vuelo de distancia».
¡Enhorabuena de todo el equipo Ozone!
Podéis leer la historia completa con un montón de fotos fantásticas aquí
La página web del Icarus Trophy está aquí